¡A cocinar se ha dicho! Pero con higiene
Si estas pensando en un evento especial, en donde la comida tenga un papel importante en la celebración, recuerda lo importante del cuidado de seleccionar de forma adecuada los alimentos que vas a preparar.
No olvides que la función principal de éstos es nutrirnos adecuadamente nuestro organismos para que desempeñe todas sus funciones, así que una mala elección de los mismo puede enfermarnos y hasta ¡matarnos!, claro si no tenemos cuidado al seleccionarlos y manipularlos con los cuidados higiénicos pertinentes.
La Organización Mundial de la Salud –OMS-, nos refiere que muchas enfermedades e infecciones son prevenibles, especialmente cuando mantenemos la higiene y desinfectamos los alimentos. Muchas bacterias mortales, por ejemplo, se puede eliminar sólo con la cocción adecuada y la aplicación de cloro a los alimentos.
Sigue estos pasos sencillos, que son las “Reglas de Oro” que la OMS ha dado para la correcta preparación higiénica de los alimentos:
Regla de Oro |
Cómo la puedes usar |
Elegir alimentos tratados para que sean higiénicos. |
Algunos alimentos se pueden consumir en estado natural, aplicándoles un desinfectante de uso casero (como las frutas y verduras). Pero la leche, debe ser pasteurizada, en vez de cruda; al igual que las carnes, las cuales deben estar tratadas y empacadas adecuadamente. |
Cocinar muy bien los alimentos |
Los alimentos crudos, como las carnes blancas, rojas y la leche sin pasteurizar contienen organismos patógenos y bacterias que pueden producir infecciones agudas en todos nosotros. Cocina los alimentos a una temperatura que llegue a un mínimo de 70 grados centígrados en toda la pieza que estás cocinando, Es decir, la pieza de pollo, el litro de leche, etc., en su TOTALIDAD, deben estar cocinados completamente a esta temperatura. |
Primero se descongela, luego se cocina |
Los alimentos que saques directamente del freezer o que compres congelados; primero los deshielas completamente y luego a la estufa. |
Consumir los alimentos cocinados inmediatamente. |
Si preparaste un delicioso bistec encebollado para tu almuerzo, y por alguna razón lo dejaste descansando toda la tarde en la mesa y te acordaste de él hasta la cena, vuélvelo a calentar en la estufa o el microondas (una vez más, hasta un mínimo de 70 grados centígrados); si no recalientas, seguramente tu filete favorito tenga microbios al habérsele dejado a temperatura ambiente. Sin embargo, lo mejor, es almacenar los alimentos cocinados en la refrigeradora, y nunca almacenar cantidades excesivas (los alimentos es mejor si se consumen frescos). |
Nunca ponga en contacto alimentos crudos con alimentos cocinados. |
Mucha gente no cae en la cuenta de lo fácil que es esto, y lo poco evidente que resulta. Por ejemplo, hoy preparaste esas deliciosas pechugas a la barbacoa, como es natural primero las preparaste y las cortaste adecuadamente en tu tabla, luego las cocinas y las volviste a poner en la misma tabla, y las sujetaste con el mismo tenedor con que las sacaste del recipiente cuando éstas se encontraban crudas. Deliciosas, a la barbacoa, pero contaminadas. |
Lavarse las manos con frecuencia. |
Eso implica hacerlo antes, durante y después de todo proceso de manipulación y cocción de alimentos. Hacemos muchas cosas mientras cocinamos: contestar el teléfono, cambiar pañales, ir al sanitario, acariciar al perro que llegó a hacernos compañía…, y las hacemos casi automáticamente, sin reparar que en cada una de estas distracciones nuestras manos ya están contaminadas y pueden quedarse en el delicioso ceviche de pescado (¡espera!, es mejor nada crudo), en el delicioso filete de pescado que vamos a empanizar y a servir. |
Mantener limpias y desinfectadas todas las superficies de la cocina. |
Las toallas, paños y trapos que se usen en la cocina se deben cambiar con frecuencia. Se debe aplicar constantemente algún desinfectante o germicida en las superficies donde se manipulen alimentos crudos. Coloca un dispensador para manos con jabón o alcohol para uso constante en la cocina. |
Las mascotas no deben estar en contacto con los alimentos. |
No digas que esto nunca te ha pasado. Seguramente recordarás el caso de un amigo de un amigo que “sentaba” al perro mascota de la casa en la mesa del comedor y “tomaba” fresco del mismo vaso que el de su dueño. Las mascotas llegan a ocupar un lugar tan importante en la vida doméstica, que sin darnos cuenta, entran en contacto con alimentos y superficies donde se manipulan estos alimentos. En esto hay que ser tajante: no permitas que contaminen lo que tú mismo o lo que tus hijos se llevan a la boca. |
Usar agua pura |
O en su defecto, agua hervida. Los pasteles, los budines, los “recados”, salsas, sopas, consomés, gelatinas, casi todo en nuestra comida lleva agua, usa agua pura para los alimentos; si esto no te es posible, asegúrate bien que sea agua hervida. |
Fuente: Para mayor referencia se, puede visitar el enlace de la Organización Mundial de la salud en: http://www.who.int/en/ ; además se puede consultar el material de referencia del programa de Voluntariado en Salud de la Dirección de Salud y Bienestar Municipal, de la Municipalidad de Guatemala sobre Estilos de Vida Saludables y Hábitos de Higiene para Prevención de Enfermedades
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