Madres promotoras del aprendizaje: un ejemplo para todos
La revista MuniSalud tuvo la oportunidad de conversar con el equipo de madres voluntarias que se han unido como promotoras del II Taller sobre Problemas del Aprendizaje que se está llevando a cabo en el Centro Cultural Metropolitano los días martes de cada semana.
Ellas son: Ana de Mendoza, Mónica de Ortiz, Matilde Quisque, Mildred Méndez, Ninette Donis, Ruby Cruz, Patricia Oyarzábal y Orlenda Ramírez, este equipo de 8 voluntarias, se ha formado en procesos de aprendizaje para niños y motivación para un mejor desempeño en la escuela y el hecho de que algunas de ellas sean maestras de profesión, ha sido de mucha utilidad.
¿Por qué involucrarse como promotoras de aprendizaje?
Como madres, siempre buscamos cómo apoyar a nuestros hijos y pasar por esta experiencia de promotoras nos ha dado grandes satisfacciones.
Compártanos, ¿qué principios prácticos han aprendido como promotoras?
Quizá una de las primeras cosas ha sido que en lugar de castigar y de regañar, las mamás deben encontrar la forma de hacer sentir a sus hijos apoyados, para que mejoren cada vez más en la escuela.
También, nos ha servido mucho aprender técnicas de disciplina efectivas para que nuestros hijos se sientan motivados para cumplir sus tareas. Las técnicas de modificación de conducta, de retroalimentación y de reforzamiento nos han servido de mucho para orientar a nuestros hijos en sus estudios.
¿Y qué buscan como promotoras en este taller para reforzar el aprendizaje?
Como promotoras, nuestro propósito es compartir y replicar prácticas de éxito con las otras madres que vienen al taller. Nuestro papel es de orientación y acompañamiento para que otros también desarrollen destrezas que les ayuden a orientar a los niños en cómo estudiar más y mejor.
¿Qué mensaje les darían a otras madres?
En casa, es importante revalorizar el rol de las madres como las primeras educadoras en el hogar. Primero, la autoestima de la madre debe ser fortalecida, para que la autoestima de los hijos esté bien y rindan en sus estudios, así como en todas las demás áreas de la vida.
Ambos padres deberían de formarse en los aspectos fundamentales del crecimiento de sus hijos, especialmente cuando ellos llegan a la adolescencia. A los adolescentes, les gusta mucho que los comiencen a tomar en serio, aunque estén todavía en su etapa de desarrollo: haga contratos con ellos, contratos en donde ellos den su palabra de cumplir, esto les servirá como un ejercicio que fortalecerá su responsabilidad, su estima y su sentido de dignidad.
A los adolescentes hay que darles retos, para que descubran hasta dónde pueden llegar por sus propios medios. Será un buen comienzo para ellos en la escuela y en la vida. |